Ir al contenido principal

El Amor es más fuerte que la Supervivencia




 

“El Amor es más fuerte que la Supervivencia”

Ayer charlando con José surgió una pregunta muy loca. ¿Y por qué no amar a Dios? Creo que ya llevamos suficiente recorrido como para comprender que ésta no es una pregunta hecha desde el punto de vista religioso, sino dede la comprensión de ese aspecto del desdoblamiento que nos facilita la existencia, estableciendo su propia función. Me di cuenta de que yo sostenía aún mucha imagen de “Dios” por rechazo, por negación, por pelea con el sistema, por pelea con la autoridad...etc. Así que, me vino eso ¿y por qué no amar a Dios? A ese Dios Neutro, a ese aspecto de nosotros mismos, de mayor velocidad, que nos facilita la existencia.

José me dijo, claro, el 8 pasa por 4. La Nada, el Vacío, precisa de ese intermediario para poder existir. Si 1 está peleado con 4 tenemos una especie de “enfermedad autoinmune”, porque son distintas frecuencias de la misma Esencia, peleando entre sí. España esto lo muestra muy bien. Dentro del mismo país, personas que lo integran llevan años peleándose entre si.

¿Cómo percibo al diseño, cómo percibo a Dios?

Ayer veía: mostramos algo autoinmune, porque nos criticamos a nosotros mismos con dureza, en lugar de percibir los errores desde el observador que puede detectarlos con neutralidad, digamos que, desde el aspecto negativo del fiscal, que detecta el error porque sabe que enriquece al organismo. Entonces, eso, en ciertos aspectos, nos deja anclados al pasado, y con una profunda desvalorización. No se produce el crecimiento que produce ver los errores con Amor.

Y también creo que a estas alturas, no es necesario decir que el Amor del que aquí hablo, no parte del amor sentimental, aunque incluye a éste en su expresión más humana.

Para mí, es hora de no confundir el mapa con el territorio, y el territorio, que es la vida, incluye la acción de ese aspecto del desdoblamiento que genera y facilita la existencia, le da diseño y la construye, a través nuestro. Amar ese aspecto, como digo, no desde una instacia necesariamente religiosa, aunque para quien lo sea, también está incluido, sino que es parte de la coherencia del funcionamiento de una totalidad, de un individuo completo, o de un género completo, como el humano.

Si no amo los distintos aspectos que me componen, dificilmente voy a poder Amar al otro con profundidad. Igualmente, precisaré de un proceso que me permita ver la verdad de lo que sucede en esa incoherencia interna, en esa lucha entre las distintas frecuencias de mí mismo; un proceso para poder ver cómo es que se mueve esa “enfermedad autoinmune”, en la que la sinceridad con mis propias reacciones y sentimientos, me irá guiando por el camino hacia la coherencia ... Si castigo los aspectos que considero que no me sirven de mí, éstos no se pueden renovar, ni movilizar.

Justamente hoy cumplo 41 años, y me veo en esa relación entre aquello que facilita mi existencia, y ésta que habla desde su escritorio físico. Y la verdad, hay mucho Amor disponible para observar a tanto miedo que llevamos impreso en nuestras células.

Así que, hoy día 280, letra @, primera letra de una segunda vuelta, con el 0 de todas las posibilidades, voy comprendiendo que el Amor es más fuerte que cualquier miedo a la Supervivencia, que quizás no es preciso buscar tanto de qué se tratan los puntos ciegos, o averiguar qué me está pasando, cuando atravieso bucles, y agujeros de aguja, volverme loco buscando encontrar el error que me de un poco de oxígeno, quizás, lo único que se precisa ahí, es Amor, Amor del que mantiene sostenido al Universo que, paradójicamente, después me otorga la claridad que preciso para ver lo que antes no veía, y lo hace sin esfuerzo.

Amor Neutro que me ayuda a soltar todo lo que me ata a perspectivas inservibles, pero que no las castiga, sino que las acoge y las convierte en frutos de una nueva percepción.

Amor, sencillamente, que es más fuerte que toda Supervivencia."

7-10-2017
280, -85

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Masculino, el Femenino y el Dinero

  "Equilibrio" Dibujo de José Mataloni EL DAR Y EL RECIBIR: MASCULINO Y FEMENINO Muchas personas dicen que se sienten más cómodas dando que recibiendo, por tanto, en ellas existe una programación mental previa para dar y no tanto para recibir. Recibir es la energía femenina. La naturaleza es una viva expresión de esta energía. La naturaleza recibe la energía del sol, que es masculina, y le otorga la vida. La naturaleza recibe, y al mismo tiempo da sus frutos. De hecho, utilizamos la palabra “natural” cuando queremos expresar que algo sale sin esfuerzo, como si fuera en la esencia de uno mismo. También decimos: “ es mi naturaleza ”, cuando queremos expresar que hacemos algo simplemente porque nos sale, como una vocación, o entregar una mano amiga o nuestro cariño cuando verdaderamente tenemos el impulso por el corazón. La naturaleza es un gran espejo en el que poder observar nuestra propia energía femenina. Durante cientos de años la energía femenina ha quedado r

DAR SE

Cuando das con la finalidad de recibir (reconocimiento, cariño, pertenencia, aprobación, validación...etc.), llegará un momento en que, al no recibir, uno cree que está “dando de más”, “que es tonto por dar a quien no lo merece”... etc... y quizás tenga razón en la superficie, pero en lo que sucede en lo profundo, es que está teniendo una finalidad no vista. Creía que estaba “dando de corazón”, pero estaba dando para recibir. La cuestión no es cuánto das, sino desde dónde das. Porque ese “desde dónde”, si no recibe, va a acabar culpando al afuera de que no le da lo que merece, de que no es visto, no es tenido en cuenta. Simplemente, no me veo, no me tengo en cuenta, y doy para recibir atención, aprobación, cariño... necesito que el afuera me diga que soy lo que yo mismo no puedo ver de mí, y si no la recibo, es “el otro” el culpable de no reconocer mi valía, valía que, yo mismo no puedo ver y por eso “obligo” al otro a que me reconozca. La generosidad de quien se posiciona en su valenc

El palo en la rueda

Cuando el ser humano se acostumbra a la mentira, después le cuesta encontrar a su propia verdad. Se acostumbra a poner su esperanza en el futuro, y a vivir un presente que prepara constantemente lo que le falta al ahora. “A mí no”... ,-dice- “a mí no me puede pasar lo que a otros les sucede”. Y observa a esos “otros” que no pueden alcanzar lo que él tiene. Y dice “soy afortunado”. “Cumplo con los preceptos necesarios para que a mí no, a mí no me pase”. Y así uno, pedalea en su bici, en esa dirección, observando a los lados de la carretera a los caídos. “Lástima, les pasaré unas monedas”. Y sigue avanzando. Ni por su imaginación se pasa verse a sí mismo a través de ellos. Es solo algo externo que pareciera errado. Quizás no supieron llevar sus vidas “como dios manda”. Quizás lo merecen, o quizás es mala suerte... ¿quién sabe? Y sigue pedaleando... -Ups!!! pataplaf!!! (ruido de alguien al caer) Un palo se metió en la rueda de la bici. Y mientras uno está en el suelo