En todo conflicto, ya sea global o personal, existe un Punto de Convergencia. Este punto se encuentra fuera de “la matrix”; pertenece al Ser Original. Es un punto que incluye lo mejor para todas las partes.
La mente programada, cuando se enfrenta a un conflicto, intenta buscar ese Punto de Convergencia “dentro de la matrix”, hace “como si fuera” el Ser, la mente es imitadora, pero no es el Ser. De modo que busca converger a través del diálogo, o a través de las herramientas que tiene en sus manos. Por supuesto, no queremos decir que no está buenísimo el diálogo en un punto, sino que, es posible que el diálogo llegue hasta un punto y, a partir de allí, no podamos avanzar.
Cuando llegamos a este punto en que hemos comprobado que el diálogo no ha dado fruto, a pesar de que hemos puesto toda nuestra mejor intención en ello ¿qué hacemos? Si mi identidad está, por ejemplo, atrapada en Plano 2, utilizaré la violencia, o si está atrapada en Plano 4 me esforzaré enormemente por hacer "lo correcto", aunque eso me suponga un "sacrificio"... etc...
En este punto es preciso atender el conflicto con otra perspectiva, es decir, yendo a su origen para desmantelar la fuerza que mantiene unida a los componentes del conflicto y poner la atención en el Punto de Convergencia.
La mente programada, cuando se enfrenta a un conflicto aparentemente irresoluble (o irresoluble en su ámbito de actuación) suele tener dos opciones. Por ejemplo, si estoy enfrentado con una persona: una opción es alejarme (aunque sigo con el conflicto en mi mente), y la otra es intentar arreglarlo o mantenerme con la persona, aunque eso me suponga una incomodidad cada vez más grande o, incluso, la generación de síntomas físicos. En ambos casos, el conflicto sigue activo porque no lo he desmantelado en su origen ni he visto el Punto de Convergencia.
¿Cómo observar este punto?
Bien, el primer paso es observar la realidad del conflicto, tal y como es. Observar las cargas que me produce. La observación neutra de las cargas, las elimina, de modo que después me deja un espacio nuevo, que antes no veía, en donde puedo poner atención a ese Punto de Convergencia que es “lo mejor para todas las partes”, y dejar de poner mi atención y mi creencia en las posiciones divergentes que, hasta ahora, había estado alimentando.
En este vídeo explicamos el primer paso, el de la observación de las cargas, pues la visión que viene después es algo que cada uno podrá observar por sí mismo si lleva esto a su práctica.
Hemos puesto como ejemplo el conflicto actual con el ébola, pero se puede llevar a su práctica lo que aquí se explica en cualquier conflicto particular, personal.
http://www.unkido.comLa mente programada, cuando se enfrenta a un conflicto aparentemente irresoluble (o irresoluble en su ámbito de actuación) suele tener dos opciones. Por ejemplo, si estoy enfrentado con una persona: una opción es alejarme (aunque sigo con el conflicto en mi mente), y la otra es intentar arreglarlo o mantenerme con la persona, aunque eso me suponga una incomodidad cada vez más grande o, incluso, la generación de síntomas físicos. En ambos casos, el conflicto sigue activo porque no lo he desmantelado en su origen ni he visto el Punto de Convergencia.
¿Cómo observar este punto?
Bien, el primer paso es observar la realidad del conflicto, tal y como es. Observar las cargas que me produce. La observación neutra de las cargas, las elimina, de modo que después me deja un espacio nuevo, que antes no veía, en donde puedo poner atención a ese Punto de Convergencia que es “lo mejor para todas las partes”, y dejar de poner mi atención y mi creencia en las posiciones divergentes que, hasta ahora, había estado alimentando.
En este vídeo explicamos el primer paso, el de la observación de las cargas, pues la visión que viene después es algo que cada uno podrá observar por sí mismo si lleva esto a su práctica.
Hemos puesto como ejemplo el conflicto actual con el ébola, pero se puede llevar a su práctica lo que aquí se explica en cualquier conflicto particular, personal.
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